La tormenta se esfuma de madrugada dando paso a una nueva semana. La rutina se rehace en el barrio entre árboles resquebrajados y verduras desparramadas por las calles. Los gemelos, con su reloj biológico nanométricamente acompasado, se levantan con el sol. Cada cual en su casa ejecuta un automatismo que, de ser observado a un mismo tiempo por un ojo oculto, sería descrito ipso facto como un comportamiento clónico o mimético. Los dos besan a sus mujeronas al sacudirse las colchas de encima; los dos se lavan la boca en pantuflas y pijama; los dos ponen a hervir la tetera mientras toman una ducha tibia;Read More →