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  1. Descubrí el Oba Oba allá a mediados de los 80. Me pareció un local muy interesante, pero sin más. No lo frecuentaba mucho, solo de vez en cuando. Hasta que en mi vida se produjo algo mágico como fue una pasión inexplicable por Brasil que me llevó a abandonar mi país, España, para iniciar una nueva vida en Brasil. Una especie de cambio de identidad y de existencia. Entre 1995 y 2000, a la espera de conseguir un trabajo en Brasil para irme allá definitivamente y no volver a España, casi todas las noches iba al Oba Oba con el fin de mantener un contacto físico con Brasil. Era una época en que apenas había brasileños en Madrid y los pocos que había solían reunirse en este local, con lo cual aquel era el sitio perfecto donde quería estar. Fueron noches difíciles de describir por lo mágicas que fueron y que alimentaron mi pasión por aquel país. Definitivamente, me salió un trabajo en Brasil en 2000 y ya no volví al Oba Oba. Cuando regresé a España en 2009, después de casi diez años en Brasil, recuerdo haber ido por el Oba Oba en unas cuantas ocasiones, pero aquella magia había desaparecido completamente, igual que lo había hecho mi pasión por Brasil. Luego supe de su cierre y sentí nostalgia, pero al mismo tiempo un sabor agridulce. Me gustaría mucho leer esa novela de JB Rodríguez Aguilar. Si él estuviese leyendo estas líneas, le agradecería se pusiese en contacto conmigo. Quien sabe si, como novelista, le pudiese interesar mi historia. Mi correo es budreverter@gmail.com

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